Todos, absolutamente todos, nos hemos
preguntado en alguna ocasión si existe esa persona que está hecha única y
exclusivamente para nosotros. La siguiente cuestión, entonces, es, de ser así,
¿por qué no la encontramos? ¿Somos nosotros mismos, acaso, quienes decidimos a
quiénes conocer "de ese modo", o es simplemente coincidencia?
Algunas personas creen
que nuestros destinos ya están escritos. Las cosas pasan porque tienen que
pasar. Sin embargo, el conocer a nuestra pareja también depende un poco de
nosotros.
En algunas ocasiones,
conocemos a alguien y sentimos la sensación de que es amor a primera
vista y son momentos como éste los que hacen que una persona crea en el
destino, porque estos pasan tan repentina e inevitablemente y en la que ninguno
de nosotros ha sido el causante, de ninguna manera, para que esto ocurriera.
Nosotros somos los protagonistas, pero estamos sujetos
de alguna manera a lo que el destino o la casualidad nos traiga. Todos
esperamos por ese momento en el que encontremos en nuestro camino a esa persona
indicada para cada uno de nosotros.
Si finalmente encontramos a una persona que nos haga felices, ¿cómo sabremos si es esta la persona por la que
hemos estado esperando tanto tiempo? o, ¿la persona que buscamos sigue
esperando por nosotros afuera? ¿Debemos esperar algún tiempo antes de poder
estar seguros de que encontramos a la persona indicada? Finalmente, el mundo está lleno de
personas, pero ¿cómo saber cuál de ellas es la indicada para escoger?
Cada persona debe decidir quién y qué la hace feliz,
qué tipo de persona y de relación espera y de esta manera cada persona
sabrá que encontró a la persona indicada cuando vea que todo eso que ella
espera de su persona ideal se vea reflejada en la persona que conoció.
No habré vivido ni la mitad de las cosas que hay que vivir,
pero en el 2011 conocí a la persona que marcó mi vida. El que me aceptó con
todos mis defectos (celos, histerias, caprichos y mas celos), me apoyó en todo
momento, estuvo en las buenas y en las malas.
Puedo decir segura que ÉL es la
persona que me hace feliz, una de las pocas en quién confío y puedo ser yo misma. Hace un tiempo,
nos volvimos a dar una segunda oportunidad, y la verdad es que no sabemos
cuanto vamos a durar, si un mes, un año, cinco o nos vamos a casar, pero esta
segunda “etapa” va a ser completamente distinta. Los dos somos más grandes, más
“maduros” y tenemos mucha mas confianza que antes como para decirnos lo que nos
pasa.
Soy de las personas que creen que todo pasa por algo, que si algo te
pertenece a la larga o a la corta vuelve.
Le agradezco a la vida que me haya puesto a esta persona,
tan importante para mi, en mi camino.
Es el amor de mi vida, pasamos millones de cosas juntos,
hermosas, algunas feas, peleas, abrazos, besos, mimos, tardes, salidas, pero
todo valió la pena y si tendría que volver a repetirlo no lo dudaría nunca. Y
por todo eso y MÁS,
lo elegí lo elijo y lo voy a elegir siempre.