Aprendí que la memoria no borra,
esconde. Que el tiempo no cierra, pero ayuda a sanar. Aprendí a escuchar cuando
oí tu silencio, a reír cuando soñé con tu sonrisa, a pedir perdón cuando me di
cuenta del error. A levantar la cabeza cuando sentí odio y a llorar cuando me
di cuenta de que no valió la pena, pero también a recordar cuando entendí que
TODO vale la pena. Aprendí que no termina, cambia de forma, que se puede amar
eternamente, y que si compito contra el tiempo, siempre pierdo. Aprendí que
nada es tan malo ni tan bueno, que hay que rodear y llegar al otro lado para
darse cuenta de que siempre es lo mismo.. Que el que quiere puede y lo
consigue, y que a veces el que arriesga no pierde nada y que perdiendo también
se gana.
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