viernes, 5 de abril de 2013

Los Amigos


Tengo muchos compañeros pero pocos amigos... Me refiero a amigos de verdad, amigos del alma. De esos que te prestan el hombro, la mano y el cuerpo entero cuando estás triste; que se ríen más fuerte que vos cuando estás feliz y que pegan saltos de canguro cuando festejan que te pasó algo bueno; los que a pesar de que no se vean siempre sabes que están ahí; esos que compartís la mayor parte del día, mas que con tu familia; esos que saben cuando es verdad tu: Estoy bien No, no me pasa nada”; son esos los que por mas de cuantas veces los putees, se peleen saben cuanto valen en tu vida y cuanto lo aprecias.
Dice la frase
Los amigos se cuentan con la mano” y pase muchísimo tiempo sin darme cuenta de eso. Se puede decir que esta ultima semana, después de pensar todo eso que me comía la cabeza, me di cuenta de las cosas y empecé a ver como los que se hacían llamar “amigos” iban desapareciendo y solo MUY pocos fueron esos que me dieron siempre una mano y a pesar de cómo soy me aceptaron y no trataron de cambiarme.
Por esos amigos de verdad vale la pena jugarse si están en problemas o te necesitan. Porque es bueno tener (y ser) un amigo con MAYÚSCULAS.
Llorar y reír, en buena compañía, le da otro color a las emociones.
Quiero compartir ese dar y recibir desinteresado que tiene la amistad.
Pero no con todos, no con todas, Solo con mis pocos, merecidos, y mejores amigos... No hace falta especificar quienes son esos AMIGOS a los que me estoy refiriendo, cada uno sabe como es y yo YA SE EN QUIEN CONFIAR.

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