martes, 25 de junio de 2013


Todos tenemos a alguien que 

es nuestra debilidad

Vamos lento porque vamos lejos...




No abandones cuando todavía tengas algo que 
dar, porque nada termina realmente hasta que dejas de intentarlo.


Que sea difícil no significa 
que sea imposible,
que sea imposible no significa

que voy a rendirme.


Que nunca te falte un sueño por el que luchar, 
algo nuevo que aprender, 
un lugar donde ir 
y alguien a quien querer.


Tu mente podrá determinar 
hacia donde vas, 
pero tu corazón es
el que dirá hasta donde llegaras.

Pero no importa lo mucho que te pegue, sino lo que resistas y sigas adelante







miércoles, 12 de junio de 2013

El Destiempo

Todo llega, dice… y es verdad.
El problema no es si llega, sino cuándo llega. 


A veces las cosas llegan cuando ya es tarde.

Otras veces, lo que esperas llega cuando aun no estás listo.
Todo tiene su momento.
Antes o después de ese momento, nada prospera.
El destiempo son dos calles
que nunca se cruzan. Es llegar cuando la fiesta  terminó. El destiempo no es sólo que algo te llegue tarde, es también, llegar tarde a eso.
Es no tocar a tiempo la nota
justa, es perder el tren, o un perdón que demoró en llegar. Es un desencuentro.
El destiempo es como una
fruta verde, amarga.
El destiempo es una tarde
fría de verano.
Es lo opuesto al lugar y la hora indicada.
El destiempo, es una ironía.

martes, 11 de junio de 2013

Cada situación que vivimos, cada alegría, cada tristeza, cada sueño y cada decepción… Cada encuentro, cada desencuentro, cada muerte y cada renacer, todo es un paso, un aprendizaje para poder estar listos. 
Estar listos para aceptar que
existimos por una razón. Listos para nuestra misión

en la vida. 
Listos para ser los protagonistas de nuestro cuento. Listos para amar, para
sentir, para entregarnos a la aventura. Listos para el futuro. 
Lo importante no es la
llegada, es el camino. Estar listos para el camino. 
Finales
 y comienzos, partidas y llegadas; son sólo momentos del viaje . 
Tener un
 buen viaje es todo lo que podemos desear. 
Por lo tanto… ¡buen viaje

Cuando Perder es Ganar

¿Ganar es la única manera de ganar? ¿No se puede ganar perdiendo? ¿No ganamos cuando perdemos el miedo? ¿No ganamos cuando perdemos el miedo de perder?

A veces hace falta perder la esperanza y la ilusión. Lo que en un principio parece ser el fin de todo, puede ser el comienzo de algo mejor.
La ilusión es una palabra edulcorada, que sostiene al héroe de todas las películas que hablan de alcanzar un sueño. Pero la ilusión puede ser una trampa.
Un iluso es alguien que se cree cualquier cuento. La ilusión es una burbuja. Hay que salirse de la película de héroes, romántica y ver la realidad.
Tal vez sea menos bella que la ilusión, pero lo que es seguro, es que la ilusión, nunca da lo que promete.
Soñar es querer cambiar una realidad. La ilusión es negarla.
La desilusión, no es otra cosa que una bofetada que da la realidad. Nos dice: ¡ey, no seas iluso! Las cosas son como son.
Y una vez que hayamos perdido la ilusión, que hayamos llorado por ese “mundo ideal” que perdimos, apretamos la realidad con las dos manos y nos decimos: ¿Y ahora, qué hacemos con esto?
Ahí donde termina la ilusión, empieza la vida de verdad. Y cuando ya estemos desilusionados, soñemos en grande con el mundo que queremos… y por el que vamos a luchar.
Hay que perder la ilusión, porque ahí, perder… es ganar.


El nuevo Camino


Para encontrar un nuevo camino hay que salirse de la huella, dejar el  caminito seguro por el que andamos siempre, y  animarse a lo nuevo… al peligro de lo nuevo.


Un camino nuevo tiene sobre todo, dudas, miedos, preguntas. Un camino nuevo sólo nos dice que nos llevará a un lugar nuevo. Mejor o peor, no lo sabemos.
Un camino nuevo te puede llevar hacia un tesoro, o hacia un abismo. Nunca se sabe. Atrae el tesoro, y da miedo el abismo.
¿Qué vas a hacer vos? ¿Te animarás?
Uno cree que llega a nuevos caminos. Pero en realidad, es que los nuevos caminos llegan a vos.
Si querés que pase algo distinto tenés que hacer algo distinto.
Si querés llegar a un lugar nuevo tenés que tomar un nuevo camino. Avanzar sin saber a dónde llegaremos. Eso es lo que asusta y atrae de los nuevos caminos.
Es apenas un instante,
un momento, un segundo…
en el que uno equivoca el camino.
A partir de ahí, cada paso que
damos nos aleja cada vez más
de nosotros mismos. 

A veces no tenemos conciencia de los
errores que cometemos, apenas una
sensación, una pequeña voz interior
que nos dice: algo está mal.
Y aunque esa vocecita está ahí,
seguimos adelante, ignorándola,
equivocándonos casi a conciencia.

Lo ves venir, sabés que eso que estás
por hacer va a cambiar todo.
Así y todo, lo hacés.

Ya te equivocaste, ya te fuiste,
ya te perdiste… ya te traicionaste.

Te mirás al espejo y ya no te reconcés.
Hay otro que te mira y te pregunta:

¿Dónde fuiste? ¿Dónde estás?

Manual del Superheroe

Un superhéroe interviene en la
lucha del bien contra el mal.
Para eso debe saber distinguir 
cuál es el bien y cuál es el mal.

El superhéroe tiene que ser valiente.
¿Pero qué es ser valiente? ¿Es no tener miedo?
¿O avanzar a pesar de tener miedo?

El cobarde es el que no da ni un paso sin tener
garantías de que no corre riesgo. El valiente,
sabe que nunca hay garantía de nada.

El cobarde, sólo apuesta cuando sabe que va
a ganar. El valiente, es el que apuesta, aun
sabiendo que puede perder.

Hay sólo una cosa capaz de darle a un
superhéroe el valor que necesita para
vencer los miedos: el amor.

Amor, es lo único que se necesita
para ser un superhéroe. 

Sentirse vivo

Cuando te detenés a mirar el mundo, a observar la belleza que nos rodea; cuando amás a una chica o a un chico; cuando te reís hasta que no podés más con tus amigos; cuando hacés lo que amás hacer; cuando viajás a un lugar que no concés; cuando escribís una canción; cuando se te acelera el corazón ante una mirada; cuando hacés el amor… tesentís vivo.
Pero no es sólo la felicidad la que te hace sentir vivo; sino saber que dejás un testimonio de tu vida. Saber que cuando ya no seas, algo de vos seguirá vivo en los que vendrán.
Pero si sabés que no hay futuro, que nada de lo que hagas, ningún legado que dejes, ninguna contribución que hagas, te va a sobrevivir; si sabes que todo se termina… ¿es posible sentirse vivo?
Las cosas que nos hacen sentir realmente vivos son las cosas que vencen a la  muerte, las que perduran en el tiempo. Porque el éxtasis, la felicidad, es trascender. Es en ese momento cuando todos somos eternos. Y estamos vivos de verdad.
De todas las formas de egoísmo, la peor, es no pensar en los que vendrán. Sin ellos, sin la noción de que la vida es un 
ciclo sin fin, nada tiene sentido.
Te sentís vivo, no cuando la vida pasa, sino cuando vos pasás por la vida. Cuando perdés el miedo amorir, y a vivir. Te sentís vivo cuando sabés que cada momento es único, irrepetible. Cuando sabés que nada empezó con vos, y nada terminará con vos.
Sólo sabiendo que habrá un mañana es que podremos vencer a la muerte, y sentirnos vivos.

Déjame llorar

Cuando llorás, no sólo llorás el dolor,
también el odio, el resentimiento,
la frustración. Te vaciás de todo eso.

Cuando
 llorás, regás.
Y tal vez, algo florezca

Y una vez que lo hayas
 llorado todo,
toda la tristeza, la soledad y una vez
que hayas llorado mucho, reí.
Reí con esperanza.

Llorá por lo que
 esperás pero reí

sabiendo que vendrá.

El Espejo

Con nuestros ojos podemos ver todo, salvo a nosotros mismos.
Para eso necesitamos un espejo.
O alguien que nos espeje.

Un espejo puede ser otra persona,
una palabra, un libro, una canción.
Todo aquello que nos refleje.

Pero hace falta mucho coraje para mirarse al espejo
 y aceptar lo que vemos. Porque eso, nos guste o no,

 es lo que somos